Las cinco características principales del estudio bíblico para jóvenes, que serán como una brújula indicándote el camino hacia un ministerio efectivo.
Si estás buscando un estudio bíblico para jóvenes, lo primero es saber qué tipo de estudio estás buscando, y cómo reconocerlo cuando lo ves. No es cuestión de elegir cualquier cosa, como para "cumplir con la clase y salir del paso".
¡El estudio bíblico, es el alimento más importante del cristiano, y no puede ser reemplazado por una "comida chatarra"!
Según la biblia, el propósito de enseñar la palabra de Dios es que "todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo", como declaró Pablo, apóstol de Jesucristo en Efesios 4:13.
En otras palabras, la meta de la enseñanza bíblica es que todos lleguemos a la estatura de la plenitud de Cristo. Si el estudio que buscas es para ti o para enseñar a otros, el simple hecho de entender esto, es un buen comienzo.
En este artículo, encontrarás las cinco características principales del estudio bíblico para jóvenes, que serán como una brújula indicándote el camino hacia un ministerio efectivo, sin pérdidas de tiempo ni desvíos innecesarios.
¿Existe el estudio bíblico "para" jóvenes?
Técnicamente hablando, el concepto de "estudio bíblico para jóvenes", tal como lo entendemos, no existe en las Escrituras. Desafortunadamente, muchos líderes juveniles y maestros, enseñan a los jóvenes "temas para jóvenes", pensando que son estudios bíblicos, y realmente no lo son.
Temas como la popularidad, la culpa, la integridad, el tiempo devocional, la reputación, la imagen personal, la pureza, la relación con los padres, vivir en el mundo, la amistad, el temor, y otros, no son estudios bíblicos.
Estos líderes, al no tener la "brújula" correcta de las Escrituras, están guiando sin querer al pueblo hacia el desierto y poniendo sus vidas en riesgo por privarlos del agua de vida, que sólo mana de la roca de la palabra de Dios, tal como está escrita.
Lo que confunde es la palabra "para jóvenes", como indicando que el tema debería "limitarse" o ser "de interés" para los problemas juveniles, como si la Biblia fuera un manual de superación personal que te ayuda a alcanzar tus propios objetivos en la vida, y así llegar a ser la mejor versión de uno mismo.
Si consideramos Efesios 4:13 como nuestro norte, nada está más lejos de la realidad. En el estricto sentido de la palabra, un estudio bíblico, es un estudio de las Escrituras; y si decimos que es para jóvenes, hablamos del público, no del tema que vamos a enseñar.
Es decir, en lugar de pensar en un estudio "de temas de interés para jóvenes", es mejor entenderlo como un estudio "que enseña las Escrituras a los jóvenes". El primero limita la categoría a la problemática juvenil, el segundo denota el público al que se va a enseñar la palabra de Dios, tal como está escrita.
Cuando decimos que el estudio es "para" jóvenes, solo implica el desafío a ser creativos en el método de comunicación o la forma en que los participantes van a interactuar durante la clase, a fin de que el tiempo de aprendizaje sea algo atractivo y memorable para la edad del grupo al que se apunta.
¿Qué edifica a los jóvenes en Cristo?
La opinión popular dice que para edificar a los jóvenes cristianos, hay que utilizar temas que atraigan a los jóvenes. Pero si la palabra de Dios, en sí misma, no atrae a los jóvenes, entonces no están convertidos y necesitan primero ser evangelizados. En este caso, el objetivo es completamente diferente.
También escuché decir que "si a los jóvenes solo se les habla de la Palabra de Dios, al final se aburren y no regresan más a las reuniones". Esta es una falacia. Yo estoy de acuerdo en que no hay peor pecado que "aburrir a los jóvenes con el evangelio", pero si eso sucede es responsabilidad del que enseña, no de la palabra de Dios.
"Yo estoy de acuerdo en que no hay peor pecado que aburrir a los jóvenes con el evangelio"
El evangelio no aburre
El evangelio en sí mismo nunca aburre, por el contrario, está lleno de la vida de Dios, y la vida siempre atrae. Lo que salva y transforma a las personas, es exponerlos a las Escrituras, para oír la palabra de Dios. Es el poder del Espíritu Santo el que hace la obra, no los "temas que se tratan".
El evangelio tiene el poder en sí mismo de resucitar a los jóvenes que se sienten muertos por dentro. No lo tomes como un fanatismo. Esto es algo que se ha comprobado a lo largo de la historia. Los primeros cristianos, a pesar del dolor intenso que padecían mientras eran devorados por fieras salvajes o quemados a fuego, eran capaces de alabar a Dios y perdonar a sus enemigos, debido a que el sentimiento de la vida que experimentaban, era mayor que el de la muerte.
La vida fluye de las Escrituras
Si la vida de Dios que fluye de las Escrituras es real en los momentos más extremos, como por ejemplo Esteban, mientras era apedreado hasta morir (Hechos 7:59-60) ¿cómo no va a ser real ante una depresión o cualquier otro problema personal? Sin el poder del Espíritu Santo, la vida abundante en Cristo no existe, y suplantar la enseñanza bíblica, por un "tema juvenil", es una fórmula segura al fracaso cuando las circunstancias apremian.
Pablo, dijo: "Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1 Corintios 2:4-5). Este es un tema recurrente en las cartas de Pablo.
Ya desde aquellos tiempos, había quienes enseñaban las Escrituras utilizando temas y palabras persuasivas de humana sabiduría, pero que al final se volvían tóxicas para la salud espiritual de los oyentes.
Cuando la fe de un joven se basa en la demostración del Espíritu y del poder de la palabra de Dios, su deseo de seguir creciendo y aprendiendo se vuelve infinito, porque el Espíritu Santo pone en su corazón la meta de llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, como dice Efesios 4:13, que en otras palabras, representa el norte de nuestra brújula.
Definición de estudio bíblico para jóvenes
Un estudio bíblico para jóvenes, es un estudio, de las Sagradas Escrituras, presentado a jóvenes.
Es decir, la verdadera enseñanza bíblica nunca suplanta el mensaje principal de la Biblia por otro, como por ejemplo un asunto personal del individuo o una situación adversa que sufre un determinado grupo juvenil, ya sea en la escuela, en el hogar o en su vida social.
Seguramente hay un tiempo y un lugar para tratar los "asuntos juveniles", tal vez en sesiones de consejería, ponele, pero lo cierto es que en un estudio bíblico, la materia central es la palabra de Dios, tal como está escrita, para que podamos entenderla y tener un cuadro completo de las Escrituras.
Claro, durante el estudio bíblico, pueden surgir naturalmente preguntas relacionadas que son de índole privado, y eso está perfecto, porque demuestra que la enseñanza de las Escrituras está calando hondo y el alumno está haciendo una aplicación personal de la verdad bíblica que está oyendo.
En este caso, el líder hace muy bien en dedicar unos minutos para responder y compartir las opiniones del grupo, pero se presenta como un tema secundario al asunto principal que se está tratando, algo que yo lo defino como el "efecto espejo", basándome Santiago 1:22-25, en donde el estudiante se ve reflejado en la palabra de Dios y pasa de "oidor" de la palabra, a ser "hacedor" de la palabra.
El "efecto espejo" es una obra sobrenatural del Espíritu Santo en la vida del oyente, con el fin de transformarlo para la eternidad. La nueva naturaleza surge de la experiencia de oír la palabra de Dios con fe, en una actitud de obediencia, no por la terapia ni el "coaching cristiano", que por definición se basan en técnicas humanas.
Por ejemplo, si el líder o maestro está enseñando sobre el libro de 1 Samuel, y llega a la historia de David y Jonatán, pueden surgir naturalmente preguntas respecto a "la amistad", y a "lo difícil que resulta hoy en día tener buenos amigos".
Pero la realidad es que, aunque este pasaje sugiere el tema de la amistad sincera entre David y Jonatán, en el contexto de las Escrituras, la amistad no es el tema principal, sino la admiración del joven guerrero Jonatán, al joven David, por haber destrozado al gigante Goliat con el poder y la unción del Dios de Israel.
Veamos por un momento el pasaje bíblico:
Jonatán, era un joven guerrero:
"Los hombres de la guarnición saludaron a Jonatán y a su escudero y dijeron: "Suban a nosotros y les diremos algo.' Y Jonatán dijo a su escudero: "Sube tras mí, pues el SEÑOR los ha entregado en manos de Israel.'
"Entonces Jonatán trepó con manos y pies, y tras él su escudero; y los Filisteos caían delante de Jonatán, y tras él su escudero los remataba.
"La primera matanza que hicieron Jonatán y su escudero fue de unos veinte hombres en el espacio de media yugada (aprox 15 metros cuadrados) de tierra" (1 Samuel 14:12-14).
El joven David, venció con el poder de Dios:
"Cuando regresó David de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó ante Saúl, con la cabeza del filisteo en su mano. Y Saúl le dijo: Joven, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: Yo soy hijo de tu siervo Isaí el de Belén.
"Y aconteció que cuando él acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo. Y Saúl lo tomó aquel día y no lo dejó volver a casa de su padre.
"Entonces Jonatán hizo un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo. Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David con sus ropas militares, incluyendo su espada, su arco y su cinturón". (1 Samuel 18:1-4).
Aquí el líder o maestro, tiene la oportunidad de presentar a los alumnos lo que realmente está detrás de la amistad de Jonatán y David: dos jóvenes que se sintieron entrañablemente identificados en el poder sobrenatural de Dios, y que esto es posible experimentarlo hoy en día como discípulos de Jesucristo, porque aquél mismo Dios de Israel, hoy nos habla por medio de su Hijo (Hebreos 1:1), quien está presente entre nosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mateo 28:19-20).
Esta es la visión del reino de Dios que transforma la vida de los oyentes, y así como ocurrió el día de Pentecostés, cuando descendió el poder del Espíritu Santo (Hechos 2:37), los jóvenes preguntarán: "¿Hermanos, qué haremos?"
Un estudio bíblico para jóvenes, es un estudio, de las Sagradas Escrituras, presentado a jóvenes.
Un método de enseñanza efectivo
A modo de ejemplo, si un líder o maestro va a enseñar a un grupo de adolescentes o jóvenes, se puede proponer actividades dinámicas o presentar un audiovisual que vaya a la velocidad mental de los chicos, con la sagrada promesa de devorar una pizza al finalizar la clase.
La historia de Roger: Una clase bíblica muy creativa, ilustra este punto con una historia real.
Pero lo que no puede cambiar es la presentación y la enseñanza de las Escrituras. La tendencia actual es seleccionar un tema apropiado a la edad, y respaldarlo con algunos versículos de la Biblia, a modo de referencia, en lugar de ser la Biblia en sí, el objeto de estudio principal, a fin de que el grupo pueda tener una visión completa de la palabra de Dios y saber manejar bien la palabra de verdad.
Pablo le dijo al joven Timoteo:
"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad". (2 Timoteo 2:15).
Las 5 características principales del estudio bíblico para jóvenes
Ahora sí, vemos a las cinco características que definen un "estudio bíblico para jóvenes", según las Escrituras:
- Invita a conocer a Jesús personalmente.
- Exhorta a ser lleno del Espíritu Santo.
- Enseña que la fe sin obras, es muerta.
- Anima a servir a Dios por amor.
- Advierte sobre el regreso del Señor.
¿De dónde surgen estas cinco características?
Estas cinco características, fueron extraídas de un estudio bíblico expositivo de 1 Tesalonicenses 1:1-10, que acabo de publicar en la sección de estudios, bajo el título Tesalonicenses: la iglesia del avivamiento en Macedonia.
En esta clase bíblica, demuestro que la conversión de los tesalonicenses de los ídolos al Dios vivo y verdadero, fue un evento sobrenatural que sucedió durante el segundo viaje misionero de Pablo, y que incluye estas cinco características.
En la epístola, el apóstol explica que Dios estableció la iglesia de los tesalonicenses como un ejemplo y modelo a seguir de la fe cristiana, y es interesante que habla específicamente del arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:17).
Es importante notar que la mayoría de los estudios bíblicos a los que puedas tener acceso, ya sea en línea o fuera de línea, no contienen estas cinco características juntas, pero puedes utilizarlos como fuente y crear tu propio estudio bíblico final, asegurándote que las contengan.
Aquí están las cinco características esenciales que debe contener un estudio bíblico efectivo, ya sea para tu edificación personal, o del grupo de jóvenes al que estás ministrando:
Un estudio bíblico para jóvenes, invita a conocer a Jesús personalmente.
En el mundo hay infinidad de creencias y religiones, desde las más convencionales, hasta las más disparatadas, y en conjunto arrastran a millones de seguidores, haciéndolos marchar al compás de sus doctrinas erráticas.
Incluso en las llamadas "iglesias cristianas" sucede esto. Dicen seguir a Jesús, pero en realidad siguen sus propias costumbres y enseñanzas, negando al Señor con sus obras, y causando divisiones entre los hermanos.
Se puede hacer una religión del cristianismo, pero el cristianismo, no es una religión y nunca lo será.
Los creyentes de la iglesia de los tesalonicenses conocían personalmente a Jesucristo. No lo vieron con sus ojos físicos, pero tuvieron un encuentro personal con el Señor en su propio espíritu, cuando recibieron la palabra de Dios por el ministerio de Pablo, y fueron establecidos por Dios como un ejemplo en toda Macedonia y Acaya.
Para los tesalonicenses, el evangelio no consistía en una religión a la que decidieron unirse, sino en una revelación sobrenatural de la persona de Jesucristo, operada en ellos, por el Espíritu Santo.
El Padre, por Su Espíritu, les reveló a Su Hijo (Mateo 16:16-17).
El Evangelio verdadero consiste en una relación personal con Jesucristo, el Hijo de Dios. Quien no haya tenido este encuentro personal con el Señor, podrá tener una creencia, pero no una conversión al estilo de los tesalonicenses.
La primera característica de un estudio bíblico efectivo para los jóvenes, es que invite a conocer a Jesucristo personalmente.
Un estudio bíblico para jóvenes, exhorta a ser lleno del Espíritu Santo
Recibir a Jesús y creer en su nombre, no es el final del camino, es apenas el principio. Jesús dijo "Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto" (Juan 10:9).
Cuando pasas la puerta, que es Jesús, además de ser salvo, hallarás "pastos verdes", que en sentido figurado, es el alimento celestial que te hará crecer hasta llegar a la medida y estatura de la plenitud de Cristo, es decir, la plenitud del Espíritu.
Ser llenos del Espíritu Santo, no es una sugerencia, es un mandamiento apostólico. Pablo dijo: "¡Sean llenos del Espíritu!" (Efesios 5:18). Ser lleno del Espíritu Santo, es vital para alcanzar la promesa de una nueva creación (Gálatas 6:15).
El Espíritu Santo concedió a los tesalonicenses una nueva naturaleza, y con nosotros, en este presente siglo malo, no tiene por qué ser diferente. La conversión de los tesalonicenses fue de tal magnitud, que fueron hechos imitadores de los apóstoles y del Señor en el instante en que creyeron. Dios obró en ellos la promesa del nuevo nacimiento (1 Juan 5:18).
La palabra dice, "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni ha subido al corazón del hombre, son las que Dios ha reservado para los que le aman" (1 Corintios 2:9), y eso incluye una nueva naturaleza, plena del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23).
La segunda característica de un estudio bíblico efectivo para los jóvenes, es que exhorta a ser lleno del Espíritu.
Un estudio bíblico para jóvenes, enseña que la fe sin obras, es muerta
Muchas sectas que dicen ser cristianas, infectaron el internet anunciando la salvación "por la fe solamente". Yo te desafío a que busques en tu biblia la frase "fe solamente", y verás que no existe, es un invento.
Muy por el contrario, mira lo que dice el libro de Santiago: "¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?" (Santiago 2:14).
"Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta" (Santiago 2:17).
"Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe" (Santiago 2:24).
Lee con inteligencia Santiago 2:14-26, y luego pregúntate: ¿A quién le creerás?
Gracias a estas mal llamadas "doctrinas de la gracia" (que en realidad son una desgracia), millares de creyentes se desviaron del camino de santidad, creyendo equivocadamente que su salvación no necesariamente se tiene que reflejar en sus actos, repitiendo incesantemente su propio mantra: "Mi salvación es por la fe solamente".
Por supuesto que uno es salvo por la fe en Jesucristo, pero ellos dicen que la salvación es "por la fe solamente, sin las obras", y por ignorancia –o maldad–, confunden "las obras de la ley de Moisés", con las "obras de la fe cristiana", que son dos cosas completamente distintas, tanto en su concepción como en su origen.
Este es un error trágico y garrafal, que está enviando a multitudes hacia la eterna perdición y quienes enseñan esa doctrina desviada, deberán un día rendir cuentas al Señor por el mal que han hecho y las divisiones que han causado.
La fe en Cristo, debe producir obras, si no, no es fe en Cristo. De hecho, Santiago dice que las obras, perfeccionan la fe:
"¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar? Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada; y se cumplió la Escritura que dice: Y ABRAHAM CREYÓ A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue llamado amigo de Dios". (Santiago 2 21-23).
Este solo versículo derriba por tierra esa doctrina nefasta, pero la ceguera es tan grande, que ni aún leyendo, logran entender. Espero que no sea tu caso. Satanás no está jugando a la religión, y si le das la más mínima oportunidad, te dejará tan ciego como estos pseudos predicadores, que "se auto perciben" como "doctores en teología".
La fe interior de los tesalonicenses, se manifestaba en sus obras. La fe verdadera viene por oír la voz (rhema o palabra) de Cristo (Romanos 10:17), lo que significa que todas sus obras fueron realizadas según fueron ordenadas de antemano por Dios en la vida de los creyentes, es decir, la fe y las obras cristianas, son como las dos caras de una misma moneda (Efesios 2:10).
Según Santiago, la fe sin obras es muerta, y la creencia de dicha persona, es semejante a la de Satanás:
"Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es muerta?" (Santiago 2:19-20).
La tercera característica de un estudio bíblico efectivo para los jóvenes, es que enseña que la fe sin obras, es muerta.
Un estudio bíblico para jóvenes, anima a servir a Dios por amor
Cuando Jesús estaba sentado en el monte de los Olivos, se le acercaron los discípulos en privado y le preguntaron "¿Dinos, cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?" (Mateo 24:3).
Jesús podría haber comenzado enumerando las persecuciones políticas, las pestes, las enfermedades, los terremotos y otras catástrofes naturales típicas de un fin del mundo épico, sin embargo, la señal que aparece primero en su lista, son los engañadores, los falsos maestros y los falsos profetas.
Que el Señor los haya mencionado primero en su lista, habla de la peligrosidad de estos grupos, desde la perspectiva divina, algo que no podemos tomar con liviandad.
La única razón de ser de un falso ministro, no es desviar a la gente del camino de Dios, eso es apenas un efecto secundario. Su propósito central es atraer seguidores a sí mismo, y lucrar con ellos, como si fueran mercadería.
Se "vende" a sí mismo como "alguien que interpreta la verdad de Dios" mejor que otros, y así los pobres incautos compran sus enseñanzas y doctrinas deformadas. Y sucede que al "mover" tanta gente, son convidados a "predicar" a cambio de una "ofrenda" estipulada. Lo que hacen, lo hacen por reconocimiento y dinero.
Pedro, apóstol de Jesucristo, nos dejó una profecía escrita como advertencia para estos últimos tiempos:
"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus caminos perniciosos, y por causa de ellos el camino de la verdad será blasfemado; y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme" (2 Pedro 2:1-3).
Es necesario enseñar a nuestros jóvenes, que si van a servir al Señor, que sea por amor, sin buscar ni sugerir ningún tipo de pago por su trabajo. Tenemos que ayudarles a confiar en Dios para su provisión personal, y a estar dispuestos a trabajar con sus propias manos para sostenerse, especialmente si tienen el llamado misionero, como nuestro querido Pablo enseñó, dejándonos su ejemplo:
"Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre ustedes que no perdonarán el rebaño. También de entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos." (Hechos 20:29-30).
Y luego agrega:
"Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. Ustedes saben que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo. En todo les mostré que así, trabajando, deben ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: 'Más bienaventurado es dar que recibir.'" (Hechos 20:33-35).
Todo el esfuerzo de la iglesia de los tesalonicenses por servir a Dios, fue por amor. Sabemos que Dios es amor, y los tesalonicenses, al permanecer obedientes a su palabra, se hicieron "doulos" o "siervos por amor", y estaban dispuestos a dar su vida por los hermanos (1 Juan 3:16).
La cuarta característica de un estudio bíblico efectivo para los jóvenes, es que anima a servir a Dios por amor.
Un estudio bíblico para jóvenes, advierte sobre el regreso del Señor
Todos conocemos el versículo que dice: "No me avergüenzo del evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree" (Romanos 1:16).
La razón por la cual el Evangelio no es una religión, ni una filosofía, es porque al anunciarlo, manifiesta el poder de Dios para salvar y sanar a todo el que cree, y es la única luz de esperanza en un mundo saturado de ideologías.
La religión practica rituales, la filosofía enseña pensamientos, pero el Evangelio anuncia hechos:
- Dios se hizo hombre (Juan 1:14).
- Resucitó de los muertos (Mateo 28:6).
- Regresa a buscarnos (Apocalipsis 22:12).
Estos tres hechos, son los componentes fundamentales del Evangelio que anunciaba la iglesia primitiva; y tenía poder, porque el Espíritu Santo siempre respalda el mensaje que él mismo vino a dar, desde el día que llegó en Pentecostés.
De estos tres hechos distintivos del Evangelio, dos ya se han cumplido, y solo falta uno. La pregunta es: ¿Cuál crees que es el mensaje que el Espíritu Santo quiere comunicar hoy a Su Iglesia y por medio de Su Iglesia?
La respuesta salta a la vista: el regreso de Jesucristo. De hecho, lo que mantenía a los primeros cristianos firmes en el camino, era el hecho de "saber" que Cristo regresaría en cualquier instante.
Si lees con atención el Nuevo Testamento, en especial las epístolas apostólicas, verás que el tema recurrente es, en otras palabras, "estén listos, esperando en santidad el regreso del Señor, porque ya viene".
Si tuvieras la máquina del tiempo, y pudieras volver a aquella época y decirles: "Hey, vengo del futuro, del siglo XXI, han pasado casi dos mil años y el Señor aún no regresa", se reirán de ti y te tratarán de hereje.
Es interesante que el Espíritu Santo inspiró a los autores sagrados a escribir los libros que componen el Nuevo Testamento, enfatizando el "regreso inminente" del Señor de Gloria, a buscar a su pueblo.
Ahora bien, ¿por qué lo hizo así el Señor, aún sabiendo que faltarían miles de años? La respuesta es clara, y creo que tiene como mínimo dos motivos principales:
- En primer lugar, para que la iglesia se mantuviera firme, en amor, esperando en santidad; porque cuando uno espera a alguien que llegará en cualquier momento a nuestra casa y no sabemos cuando, nos esforzamos en mantener todo limpio y ordenado, para cuando golpee la puerta.
- En segundo lugar, porque todas sus advertencias serán verdad en una generación que no sabemos cuál será, y es muy probable que sea esta o la próxima, no lo sabemos....
Pero la pregunta es: ¿estás preparado? ¿Crees que nuestros jóvenes están preparados? Ese es el punto.
Nuestros jóvenes necesitan saber esto, y es nuestra la responsabilidad como hombres y mujeres de Dios de perseverar enseñando y anunciando el regreso del Señor, aunque pasen mil años más, porque va a suceder y nadie sabe cuando.
Los tesalonicenses esperaban el regreso del Señor. El hecho de esperar con ansias la llegada de Jesucristo, a quien los tesalonicenses amaban entrañablemente sin haberle visto, los mantenía atentos y vigilantes en su vida espiritual. Sabían que sin santidad nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).
Como también Pablo les dijo:
"Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Aquél que los llama, el cual también lo hará". (1 Tesalonicenses 5:23-24).
¡Después de casi dos mil años, ahora sabemos que este mensaje fue escrito para nosotros!
Si leíste hasta aquí, me alegro profundamente en el Señor, porque sé que sabes que enseñar la palabra de Dios a los jóvenes no es un tema menor. Posiblemente te hayas sentido incómodo en uno o varios de los puntos que expuse en este artículo, y eso demuestra la importancia de incluir estas cinco características en los estudios bíblicos que hagamos, ya sea para nosotros mismos o para la edificación de otros.
Dios te guarde en su gracia, y te mantenga en santidad, porque el Señor ya viene.
Alex Valdovinos
© Copyright 2024, Visión Joven.