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Juventud no es sinónimo de inmadurez

Reflexión: Juventud no es sinónimo de inmadurez

Cuando hablamos de "juventud", generalmente lo hacemos en términos de inmadurez, de falta de preparación, de simple idealismo, de trivialidad. Pero no es asi.

Evidentemente hay, existe, un sector dentro de la juventud que tal vez se encuentra en el periodo que denominamos "la edad del pavo"; pero esto no quiere decir que todos los jóvenes sean asi. No podemos encasillarlos a todos bajo el mismo concepto.

Según la Palabra de Dios, juventud es sinónimo de destreza, de fuerza, vigor mental, sinceridad, idealismo sano, inquietudes constructivas, responsabilidad y disposición al servicio.

Personalmente no creo que la juventud que hizo historia en la Biblia sean diferentes a los nuestros hoy. La diferencia solo radica en aquello que han recibido a modo de enseñanza, participación y sobre todo el ejemplo.

Hablando en términos matemáticos, la juventud actual, de nuestras iglesias hoy, es directamente proporcional al grado de enseñanza, participación y ejemplo que los líderes les damos.

Hablando con los líderes, uno puede percibir el problema que están enfrentando. Los jóvenes no se sujetan; tiene sus propios propósitos e ideas, y hay que pararlos.

Al respecto de esto último, creo que es mejor y más productivo trabajar guiándolos que empujándolos.

Al respecto de esto último, creo que es mejor y más productivo trabajar guiándolos que empujándolos.

Lo primero significa usar la "inercia" que ellos tienen y con pequeños "toquecitos" darles un buen rumbo, hasta lograr la formación de una personalidad y carácter cristiano; y lo segundo es convertirse en motor ajeno usando la "gasolina" de la despersonalización y como meta el fracaso.

La juventud tiene mucho para dar, especialmente si se les enseña cómo. La experiencia nos enseña que los jóvenes de nuestras iglesias no andan detrás de las "actividades" sino en desarrollarse como cristianos; como hombres de Dios con autoridad, en el forjamiento de un carácter sano e irreprensible.

El alma de cualquier ser humano tiene impreso el anhelo de ser semejante a Jesús, de crecer como Él, de ser como Él es. Como dice la Biblia: 'Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13).

Cuando por medio de la enseñanza, se logra enfocar las más altas metas y propósitos de la Palabra de Dios, indefectiblemente producirá la detonación en cadena más gloriosa que jamás hombre alguno experimentó: el " dunamis " o "dinamita" de Dios según Hechos 1:9, "Y recibiréis poder...".

Es más temible que sacudir una solución de nitroglicerina. Mas demoledor que cualquier cataclismo o erupción volcánica. Es el contacto de un hombre con su creador, quién le dice ¡ID!

No subestimemos la juventud, ellos tienen el potencial para lograrlo. No detengamos la juventud, seamos sabios al guiarlos. No descuidemos la juventud más de la mitad de la población son menores de 21 años.

Un joven santo, en las manos de un Dios santo, es un arma temible, que la injusticia y el poder del mal no pueden enfrentar.

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